jueves, 2 de septiembre de 2010

Con broche de oro en Bucaramanga

















Aproximadamente a las once de la mañana del sábado 28 de agosto llegamos a Bucaramanga, capital del departamento de Santander, eminentemente comercial, y donde cerraríamos con broche de oro la gira emprendida once días atrás en Maracaibo.

Con tiempo suficiente para desayunar, almorzar y descansar un poco, nos alojamos en el Hotel Andino, ubicado en pleno centro de la ciudad, rodeado de cientos de tiendas de ropa, y calzados, así como inimaginable cantidad de artículos en manos de vendedores informales.

A las cinco de la tarde nos encontramos en el lobby del hotel para dirigirnos a la sede de la Universidad Industrial de Santander, donde se encuentra enclavado el Auditorio “Luis A. Calvo”, recinto del décimo y último concierto de la gira de la Orquesta de Cuerdas del Festival y Academia del Nuevo Mundo, donde, desde 1984 se celebra anualmente el Festival Internacional de Piano, en el marco del cual se efectuó nuestra presentación.

Tras la prueba acústica, la euforia de finalizar con éxito la travesía se mantuvo hasta mucho después de finalizado el concierto, cuyas palabras de apertura estuvieron a cargo del Dr. Luis Alvaro Mejía Argüello, director cultural de la Universidad Industrial de Santander.

Bucaramanga fue la octava ciudad que escuchó la interpretación de El Cuarteto "La Muerte y la Doncella” en Re menor, D. 810 (Arreglo para Orquesta de Cuerdas de Gustav Mahler) de Schubert y la Serenata para Orquesta de Cuerdas en Do Mayor Op. 48. de Tchaikovsky, así como “Fuga con Pajarillo” de Aldemaro Romero en la clausura de la gira de la undécima edición del Festival y Academia del Nuevo Mundo, tendiendo puentes de paz y fraternidad entre nuestros dos pueblos.

Teniendo la certeza de estar cada vez más cerca de Venezuela, dormimos felices nuestra última noche en el gentil y amable territorio colombiano, no sin antes hacer una larga sesión de fotografías y abrazos en las afueras del auditorio, en la cual el gran protagonista fue el autobús.

2.600 metros más cerca de las estrellas en Bogotá
























La mañana del viernes 27 de agosto se inició con el encuentro a la hora del desayuno, en el comedor del Centro Diocesano de Pastoral “Don Bosco” de Duitama. Tras romper el ayuno, los maestros e integrantes de la Orquesta de Cuerdas tendrían de nuevo en sus manos a los niños y jóvenes que los esperaban en el Colegio Suazapawa, para el segundo y último día de talleres, que precedería a un ensayo general, preparatorio para el concierto que ofreceríamos esa noche en Bogotá.

Al mediodía, todos nos volvimos a encontrar a la hora del almuerzo, dispuestos a recibir las instrucciones para la jornada vespertina, destinada a viajar de vuelta a la capital colombiana, en un trayecto que ya conocíamos, porque los habíamos recorrido camino a Boyacá.

Con la ropa del concierto a la mano abordamos el autobús, aproximadamente a la 1:30 de la tarde, calculando que en máximo cuatro horas estaríamos entrando en Bogotá. Algunos percances en la vía al departamento de Cundinamarca y las colas de la hora pico retrasaron nuestro arribo al Auditorio “Fabio Lozano” de la Universidad “Jorge Tadeo Lozano”, sin embargo no impidieron que el noveno concierto de la gira empezara a la hora prevista, ante un público sin duda conocedor del repertorio y amante de la música de cámara.

Las gestiones del Dr. José Fernando Isaza, rector de la Universidad “Jorge Tadeo Lozano”, así como todo el equipo del auditorio hicieron posible que se realizara este concierto, en un espacio diseñado especialmente para la presentación formaciones camerísticas, y por ende, con la acústica ideal para la presentación de la Orquesta de Cuerdas del Festival y Academia del Nuevo Mundo, que contó con la asistencia de destacadas personalidades de la gerencia cultural bogotana, así como productores discográficos y estudiantes de música.

El Cuarteto "La Muerte y la Doncella” en Re menor, D. 810 (Arreglo para Orquesta de Cuerdas de Gustav Mahler) de Schubert y la Serenata para Orquesta de Cuerdas en Do Mayor Op. 48. de Tchaikovsky, así como Fuga con Pajarillo del venezolano Aldemaro Romero, fueron las obras ejecutadas por los maestros e integrantes de la Orquesta de Cuerdas del FANM en Santa Fe de Bogotá.

Unas suculentas hamburguesas nos esperaron en los camerinos, antes de salir a enfrentarnos con la baja temperatura de la noche bogotana, que no fue obstáculo para hacer un breve paseo por la famosísima Zona Rosa, como recompensa por un día de satisfacciones y sueños cumplidos.

Cerca de la 1 de la mañana, siendo ya la madrugada del sábado, emprendimos el viaje que nos llevaría a la última ciudad de la gira: viajamos toda la noche y parte de la mañana para llegar a Bucaramanga.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Noveno día: Duitama y Paipa, departamento de Boyacá















Bien temprano en la mañana del jueves 26 de agosto salimos del Tolima teniendo como destino Duitama, una ciudad cuyo nombre en lengua chibcha, honra la memoria del Cacique Tundama. Se le conoce como “La Perla de Boyacá”, y además ha sido reconocida con el título honorífico de “Ciudad Cívica” del departamento de Boyacá.

Llegamos a Duitama tras un viaje de un poco más de ocho horas, atravesando inclusive gran parte de la ciudad de Bogotá, y con la oportunidad de apreciar fugazmente el Puente de Boyacá, un monumento que recuerda las batallas independentistas, donde ondean las banderas de los países bolivarianos y flamea la llama eterna, símbolo de la libertad.

En la sede del Centro Educativo de Suazapawa nos esperaba el almuerzo, antes de iniciar una jornada de talleres de dos horas con los niños, jóvenes y adultos de la formación orquestal de la región, todos provenientes del Valle de Sugamuxi, específicamente de los municipios Tibasosa, Duitama, Nobsa, Paipa, Sogamoso y Tunja, ésta última, capital del departamento de Boyacá.

Con una temperatura que bajaba cada vez más a medida que se aproximaba la noche, llegamos al Centro Diocesano de Pastoral “Don Bosco”, que nos serviría de alojamiento hasta el mediodía del viernes. Rápidamente nos ubicamos en nuestras respectivas habitaciones, antes de alistarnos para ofrecer el octavo concierto de la gira en el Auditorio “Pablo Solano” de Paipa, dirigido especialmente a los integrantes de las formaciones orquestales de la zona, así como a sus padres y familiares, entre otros invitados especiales.

El profesor Miguel Zabala, rector de Colegio Suazapawa, se dirigió a los presentes y a los integrantes de la Orquesta de Cuerdas del FANN, antes de iniciarse el concierto, agradeciendo a la Fundación Nuevo Mundo por estrechar lazos entre los dos pueblos hermanos, y sobre todo por la oportunidad que se le estaba dando a los niños y jóvenes de Boyacá, de acceder a talleres de cuerdas frotadas con destacados maestros venezolanos.

El tercer y cuarto movimiento de “La Muerte y la Doncella” en Re Menor, D. 810 de Schubert, el segundo y cuarto movimiento de la Serenata para Cuerdas en Do Mayor Op. 48 de Tchaikovsky, y “Fuga con Pajarillo” de Aldemaro Romero, conformaron el repertorio del concierto, que fue posible gracias al apoyo del Departamento de Boyacá.

Una cena caliente fue la mejor manera de terminar el noveno día de la gira, y la sobremesa sirvió de anticipada despedida de parte del maestro Simón Gollo, quien se tomó el tiempo suficiente para agradecer de manera personalizada a cada uno de los integrantes de la delegación por creer y hacer realidad los sueños del Nuevo Mundo.


Ibagué, capital musical de Colombia






















Aún un poco afectados por la fiesta del martes en la noche, nos dispusimos a viajar a Ibagué, capital del departamento de Tolima, la mañana del miércoles 25 de agosto. Luego del desayuno, que requirió sin duda más líquido de lo habitual, así como pastillas para los mareos y el dolor de cabeza, arrancamos el viaje, que en teoría debería durar unas seis horas. Un pequeño percance en la carretera generó un leve retraso, sin embargo llegamos a tiempo para disfrutar de una sustanciosa “Bandeja Paisa” al llegar a nuestro destino, aproximadamente a las 2 de la tarde.

Antes de llegar al hotel Lusitania, dejamos todos los instrumentos e implementos necesarios para el concierto en los camerinos del Teatro Tolima, con el objetivo de facilitar la movilización posterior desde el lugar del alojamiento hasta el recinto donde ofreceríamos nuestro séptimo concierto, esa misma noche.

Con el tiempo justo para darnos un baño y acicalarnos, llegamos a hacer el registro de las habitaciones, muy contentos todos porque una vez más teníamos acceso a Internet a través de la red inalámbrica del hotel, un servicio que estuvo disponible en todos los lugares en los que nos alojamos durante toda la gira, y que nos permitió mantener el contacto con familiares y amigos, al menos durante breves espacios.

A pocas cuadras del Lusitania se encontraba el Teatro Tolima, que una hora antes del concierto ya exhibía en sus afueras una larga cola de ibaguereños ansiosos por acceder al concierto que se anunciaba con un gran cartel en la entrada, lo cual nos confirma una de las razones por las cuales esta ciudad se considera la “Capital Musical de Colombia”.

Gracias a la Secretaría de Cultura de la Gobernación del Tolima, y especialmente a los doctores Carlos Emilio Díaz y Miguel Salavarrieta fue posible este concierto, que como en todas las ciudades incluyó en su repertorio a Schubert y a Tchaikovsky, así como al venezolano Aldemaro Romero, a través de las obras ejecutadas por los maestros e integrantes de la Orquesta de Cuerdas del Festival y Academia del Nuevo Mundo.

Con el tiempo justo para cenar y descansar unas horas antes de emprender camino nuevamente, nos preparábamos para iniciar el recorrido que nos llevaría a Duitama, en el departamento de Boyacá, una de las últimas ciudades que se incluyó en la gira, para sumar un total de 8 urbes colombianas, en casi 2.000 kilómetros de travesía, que pudieron conocer de cerca uno de los proyectos más emblemáticos de la Fundación Nuevo Mundo.

viernes, 27 de agosto de 2010

Dos días en Pereira





















Sexto día

A las 5:20 de la mañana del lunes 23 de agosto, salimos de Medellín, y tras seis horas de carretera llegamos a Pereira, capital del departamento de Risaralda y la ciudad principal del eje cafetero colombiano.

El almuerzo lo realizamos en el Hotel Pinares Plaza, y aunque algunos hubieran deseado raciones un poco más grandes y menos vegetales, todos conversábamos sobre el jugo de lulo, una fruta parecida a la parchita que casi ninguno conocía. Lo que sí no cambia entre ciudades es la reticencia a servir agua y hielo, una aparente dificultad para unir una molécula de hidrógeno y dos de oxígeno y ofrecerlas gratuitamente y sin necesidad de pedir por ellas en su estado líquido y sólido.

La salvación para complementar el menú del hotel fue la panadería Bon Marche, que incrementó potencialmente sus ventas durante nuestra estadía, expendiéndonos exquisitos panes de bono, de yuca y rellenos de arequipe, guayaba y queso; además del vital líquido a un precio razonable y accesible.

Nos instalamos en las eclécticas y elegantes instalaciones del hotel, teniendo un breve espacio para descansar antes del sexto concierto, que sería esa noche a las 7, en el Teatro "Santiago Londoño". Algunos prefirieron salir a recorrer las adyacencias, descubriendo un centro comercial cercano, entre otros lugares de interés.

A las 5 de la tarde arribamos al teatro, aún un poco consternados por la presencia de dos agentes del DAS en el hotel, exigiendo las fotocopias de todos los pasaportes y verificando individualmente las identidades, con la diligencia de nuestra directora administrativa, Any Torres, apoyada por el señor Carlos Parra y su esposa, en la poco agradable gestión. La gentileza de la Policía de Pereira de custodiarnos hasta el final del concierto, tranquilizó los ánimos a tiempo para iniciar el ensayo.

Nuestro sexto concierto

Gracias al apoyo de la Alcaldía de Pereira, al Instituto de la Música de la Universidad Tecnológica de Pereira y a la Corporación Batuta Risaralda, en la persona de su gerente, Dra. Alba Lucía Jaramillo de Duport, se realizó el concierto en el Teatro “Santiago Londoño”, enclavado en la Centro Municipal de Cultura de Pereira.

La doctora Jaramillo tuvo palabras de agradecimiento hacia el maestro Simón Gollo, por haber escogido la ciudad de Pereira para la gira de la Orquesta del FANM, concluyendo que “pocas veces se tiene la oportunidad de disfrutar de espectáculos como este”.

El Cuarteto "La Muerte y la Doncella” en Re menor, D. 810 (Arreglo para Orquesta de Cuerdas de Gustav Mahler) de Schubert y la Serenata para Orquesta de Cuerdas en Do Mayor Op. 48. de Tchaikovsky, así como Fuga con Pajarillo del creador de la onda nueva venezolana, Aldemaro Romero, fue el repertorio de la noche del sexto concierto de la Orquesta de Cuerdas del FANM.

La cena, como era de esperarse, no satisfizo a los más comelones, sin embargo, el anuncio de medio día libre para cada integrante de la orquesta insufló entusiasmo colectivo antes de la hora de descanso.

Séptimo día

El martes 24 de agosto, los maestros e integrantes de la Orquesta de Cuerdas se dividieron en dos grupos para atender a los niños de la Organización Batuta Risaralda, unos en la jornada matutina y otros en la vespertina, lo cual le dejó a cada uno un tiempo libre para sus actividades personales o para descansar un poco.

La Corporación Batuta Risaralda es la pionera del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Colombia. Con 19 años de fundada, Batuta Risaralda cuenta con cinco centros orquestales con cobertura en los municipios de Pereira, Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal, atendiendo a 800 estudiantes de entre 4 y 17 años, en los programas de Formación Orquestal Sinfónica, Preorquestal y Batubebés.

La Corporación cuenta con dos orquestas sinfónicas, dos orquestas de cuerdas, 18 agrupaciones de pre-orquesta y cuatro grupos de Batubebés, de diferente nivel de formación.

Sólo dos personas no tuvimos oportunidad de dormir al menos un rato: Any Torres y esta servidora. Mientras yo organizaba el material recabado a través de testimonios y entrevistas, redactaba y publicaba las notas de esta bitácora, Any se dedicó enteramente a actividades administrativas de la Fundación, y juntas sobrellevamos el intenso día de trabajo encerradas en la habitación como ratones de laboratorio, pegadas a los monitores de las portátiles.

Rumba en el Zen Bar & Lounge

Finalizada la segunda tanda de actividades formativas con los niños y jóvenes de la Corporación Batuta Risaralda, todos nos encontramos en la cena, momento en el cual cada uno decidió si iría o no a la rumba planificada para esa noche en Zen Lounge & Bar.

Las indicaciones del personal del hotel nos condujeron, a pie, al sitio, en un camino de dos empinadas cuestas, una bajando y otra subiendo, que significaron un reto a las condiciones físicas de cada uno de nosotros, y especialmente a nosotras las mujeres, montadas todas en sendos tacones.

Las tarjetas para un cóctel de cortesía solo eran válidas con un consumo previo. Algunos optaron por las espumosas, otros por los caldos y la gran mayoría nos inclinamos por el tradicional Antioqueño, antes de canjear los bonos por un "Destornillador".

Algunos muchachos tendrán su propia versión de esta noche, porque decidieron quedarse en el hotel, pero cada uno de quienes estuvimos en Zen coincidimos en que el mejor momento fue ver bailando salsa, y muy bien, a los maestros Horacio Contreras y Germán Marcano. Yo lo certifico.

martes, 24 de agosto de 2010

Quinto día: Medellín























Un desayuno un poco familiar para los paladares venezolanos nos encontró en el restaurante del hotel, a las 8:30 de la mañana del domingo 22 de agosto, en cuya agenda se encontraban las actividades con los niños y jóvenes de la Red de Escuelas de Música de Medellín, y el concierto en el Teatro “Pablo Tobón Uribe”.

La Orquesta de Cuerdas del FANM fue recibida por la Orquesta Sinfónica Juvenil al ritmo de “Salsipuedes”, un porro colombiano de Lucho Bermúdez, quien, de acuerdo con la profesora Silvia Restrepo, directora de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Red de Escuelas de Música de Medellín, representa para Colombia lo que el maestro Billo Frómeta significa para Venezuela en cuanto a la música popular.

La sede de la Red de Escuelas de Música de Medellín funciona en La Casa de la Música, un imponente edificio, dotado física y técnicamente para la enseñanza de la música, enclavado en el Parque de los Deseos, “el primer espacio público en Colombia que vincula ciencia y tecnología a la vida cotidiana de los habitantes de una ciudad y del país”, según reseña el portal de la Fundación Empresas Públicas de Medellín, promotora de su construcción y garante de su funcionamiento y mantenimiento.

Luego de esta primera demostración del trabajo que se viene realizando a través de la Red de Escuelas de Música de Medellín, el maestro Simón Gollo se dirigió brevemente a los niños, jóvenes y profesores, agradeciendo las atenciones y expresando la importancia de conocer sobre el funcionamiento de este proyecto de inclusión social a través de la música y el intercambio de experiencias con Venezuela a través de la Fundación Nuevo Mundo, agregando un mensaje motivador para los pequeños músicos en formación.

Vendría una segunda demostración, en esta oportunidad con la Orquesta Infantil, también llamada semillero, quienes afinaron sus instrumentos para interpretar el tema “Pirates of the Caribbean”, de la película homónima. Posteriormente, y a petición de los mismos jóvenes, se integraron a la orquesta como invitados el maestro Pedro Moya y el primer violín Ronner Urbina, quienes acompañaron la ejecución de la Marche Slave Op. 31 de Tchaikovsky.

Soy música, soy paz, soy de la Red de Escuelas de Música de Medellín

La Red de Escuelas de Música de Medellín es un programa de la Alcaldía de Medellín, cuyo propósito es “generar y fortalecer procesos de convivencia y cultura ciudadana en la ciudad, mediante la formación integral de niños, niñas y jóvenes a través de la música”.

En la actualidad, la Red tiene 26 escuelas de música en los distintos barrios y comunas de Medellín, con una cobertura superior a los 4.500 alumnos.

“Cada escuela tiene su propia agrupación: las de vientos tiene bandas, las de cuerdas tienen su orquesta de cuerdas. Luego viene una segunda fase de agrupaciones integradas, conformadas por los distintos estudiantes que por sus méritos académicos, su parte humana en el colegio, cumplen integralmente con las condiciones para afrontar la responsabilidad de cumplir con sus actividades en la escuela y con la orquesta”, explica la maestra Restrepo, describiendo los tres niveles de formación: semillero, intermedio y juvenil; así como la banda sinfónica, el semillero vocal y el coro de padres, que también forman parte de la Red.

La Universidad de Antioquia es la encargada de operar, tanto las escuelas de música como la fase integrada, y es además la co-responsable de garantizar la proyección de las formaciones orquestales de la Red, a través de actividades mensuales en los centros culturales de las comunidades y en los espacios públicos de la ciudad.

Ensamble de la Red con la Orquesta de Cuerdas

La Orquesta de Cuerdas del FANM se acopló con la Orquesta Juvenil de la Red para ensayar la Quinta Sinfonía de Beethoven en Do menor, Op. 67. La batuta de la dirección la compartieron la maestra Silvia Restrepo y los maestros Simón Gollo y Germán Marcano.

En base a este ensayo, se hicieron recomendaciones a los jóvenes integrantes de la orquesta, específicamente en cuanto a la ejecución de obras de Beethoven y Haydn.

Posteriormente, los integrantes de la Orquesta de la Red pasaron a convertirse en el público de la Orquesta de Cuerdas del FANM, en su ensayo del Cuarto Movimiento de la Serenata de Cuerdas de Tchaikovski y Fuga con Pajarillo de Aldemaro Romero, las dos obras que minutos más tarde interpretarían a manera de concierto en las afueras de La Casa de la Música. Una sesión de preguntas y respuestas prosiguió al ensayo.

En el Parque de los Deseos

Tuvimos un almuerzo de domingo al aire libre, como auténticos medellinenses, en el Parque de los Deseos. Un breve receso sirvió para recargar las energías e iniciar el que consideramos el cuarto concierto, ante el público transeúnte que colma los espacios públicos concebidos para la interacción, la exploración y el entretenimiento en familia.

Tchaikovsky y Aldemaro Romero se unieron en el Parque de los Deseos, gracias a los esfuerzos de la Red de Escuelas de Medellín, como preludio para el quinto concierto en el Teatro “Pablo Tobón Uribe”.

Nuestro Quinto Concierto

Bajo el patrocinio de Comfenalco Antioquia, Confiar Cooperativa Financiera, el Gran Hotel Medellín y Empresas Públicas de Medellín (EPM), y con la gestión de la Sra. Cristina Restrepo Restrepo, directora del teatro, se realizó el quinto concierto de la gira de la Orquesta de Cuerdas del Festival y Academia del Nuevo Mundo, en el Teatro “Pablo Tobón Uribe”, uno de los más tradicionales escenarios de la ciudad, que lleva el nombre de un gran empresario y filántropo colombiano.

Además de Schubert y Tchaikovsky, y sus obras el Cuarteto "La Muerte y la Doncella” en Re menor, D. 810 (Arreglo para Orquesta de Cuerdas de Gustav Mahler) y Serenata para Orquesta de Cuerdas en Do Mayor Op. 48., la Orquesta de Cuerdas del FANM resaltó sus orígenes a través de la interpretación de Fuga con Pajarillo del maestro Aldemaro Romero, aplaudida y comentada cálidamente por los hermanos colombianos.

Próxima parada: Pereira

Pereira, capital del departamento de Risaralda, era la próxima ciudad en la gira. Luego de la cena, había que dormir temprano para madrugar y recorrer los 225 kilómetros que separan a Medellín de la principal ciudad del eje cafetero colombiano.

El cuarto día en Colombia

Medellín nos recibió a las 2:30 de la tarde del sábado 21 de agosto, agotados por un viaje de casi 15 horas. Las primeras imágenes de la ciudad nos recordaron al Valle de Caracas y sus cinturones de pobreza en los cerros, pero poco a poco nos fue cambiando la visión, por la de una metrópolis que lucha exitosamente para deslastrarse de los vestigios de su pasado violento.

Más allá de las obras públicas, evidentes a través de una gran red de metro, amplias y limpias avenidas, ciclo-vías, parques y museos, se siente el avance de una visión de ciudad, compartida por sus habitantes, que viven a un ritmo vertiginoso, pero que se comportan amables con su entorno y con los visitantes.

El Gran Hotel Medellín nos acogió de inmediato, donde nos esperaba un almuerzo organizado por la Red de Escuelas de Música de Medellín, a través de su directora, la Dra. Martha Eugenia Arango, quien se hizo presente para darnos la bienvenida de manera casi personalizada.

Debido al cansancio generalizado, las actividades programadas para este día fueron pospuestas para el domingo, dejando la tarde libre para el descanso y para los planes personales de cada integrante de la delegación.

Algunos optaron simplemente por quedarse en el hotel como alternativa reparadora, otros fueron en busca de algún entretenimiento nocturno, y unos pocos nos dedicamos a indagar sobre los sitios turísticos de interés de la ciudad, antes de encontrarnos de nuevo para la cena, con los detalles para la jornada del día siguiente.